miércoles, 23 de julio de 2014

Fin del mandato e incertidumbre

Opinión
Un escenario coyuntural comenzó a visualizarse después de la intervención judicial de la Corte Suprema de los EE.UU. en la economía Argentina. La decisión de fallar a favor de los fondos buitres no puede evaluarse como neutral. Empujar al país a un default atenta en contra de un modelo político económico y soberano golpeando al crecimiento, el desarrollo y a sus sectores más vulnerables y esto es lo que pretende los fondos buitres. En lo inmediato, aparecen dos frentes internacionales, uno en tensión a partir del embate de los fondos buitres y otro de apertura económica si es que el intercambio favorece a ambas partes. En el ámbito local el escenario aparece no con menos frentes: los empresarios argentinos siguen, por el momento, persuadidos por economistas neoliberales que le anuncian un fin de ciclo. Con las mismas recetas económicas ya conocidas por los argentinos, la adhesión a esas tendencias neoliberales no encuentra parámetro dentro de los análisis lógicos. En ese mismo sentido los sectores exportadores a través de la Mesa de enlace buscan imponer su agenda en los candidatos opositores. Esperan escuchar la promesa que les anuncie la anulación las retenciones entre otras charlatanerías sobre seguridad e inflación. Otros que hablan de quita y desfinanciamiento son los gremios aliados y opositores. Los gremios exigen la quita del impuesto a los ingresos de los trabajadores. Se proponen elevar el piso para que solo paguen aquellos que perciban a partir de los 20.000 pesos. La presión recae inmediatamente sobre el sistema provisional, con esa reducción y beneficiaría sólo a un cinco por ciento ese diez 10, 9 que tributan con sus salarios, un millón de trabajadores. El que se perjudica es el Estado porque caería en dificultades para cumplir con las asignaciones por hijo y las jubilaciones. Es imposible visualizar una estrategia opositora que abarque al conjunto de los argentinos, un proyecto de país. Sin duda, en esta etapa inicial del último tramo hacia las elecciones presidenciales del 2015 estarán cargadas de nuevos y flagrantes episodios. Una campaña mediática que buscará romper la alianza de la mayoría de los argentinos con el gobierno nacional. Con los argumentos más vacíos e inverosímiles que se puedan divulgar, capaz persuadir a los más especuladores, a los conservadores de los negocios, la corrupción y una aristocracia política que huele a rancio pero con la que se sostiene importantes comarcas en el conurbano. En el último tramo, antes de las elecciones, lo único que le ayudará a sortear los obstáculos va a ser mantener el poder político propio, compacto. El “Brics” del peronismo de barro y bosta. Por otro lado, la incertidumbre más grande que existe puertas adentro nace de la ansiedad que les genera el fin del mandato de la presidenta. La elección presidencial última con el 54 % de votos a favor de Cristina Kirchner avaló su segundo mandato y ratificó esa alianza. La legislativa posterior no tuvo la misma respuesta de parte del electorado. Por esa ultima situación, el mensaje de las urnas presentó una extrema complejidad a la hora de interpretar ese resultado. De todas maneras, este gobierno no se caracteriza por pensar en términos electorales, exclusivamente. Existe una estrategia nacional con fundamentos en el primer periodo peronista que viene ejecutándose desde 2003. Un proyecto de país con margen de movimiento para maniobras que nos permitió recuperar bocanadas de soberanía. ¿Cuanto duraría un presidente blando de convicciones y principios antes de entregar de nuevo el patrimonio nacional que nos resta?. ¿Cuanto tardaría para hablar cumplir con la promesa a los sectores agroexportadores, pulles sojeros? ¿Cuanto en restituir relaciones internacionales perimidas con el viejo orden americano, europeo? Por este motivo es que las relaciones internacionales con Rusia y China son por lo menos oportunas. EL camino recorrido por los primeros mandatarios que lideran el Brics, Putin y Ji XI Ping en Latinoamérica, la tonifican. El final del periplo tuvo dos aeropuertos de aterrizaje: el de caracas, recepción con todos los honores, y el de Cuba, donde fue recibido por Fidel Castro. La Unasur y la Celac fueron las instancias formales de los acuerdos en la región. Latinoamérica sabe que esta es una oportunidad para terminar de restituir sus proyectos soberanos. En Argentina, el acierto mayor en este último periodo fue creer en la política como herramienta central frente a las demandas de las corporaciones. Desde esta perspectiva para vertebrar el proyecto nacional, como hasta ahora, la presidenta tendrá varios escenarios para desplegar su capacidad de conducción, como lo viene haciendo. Para eso, necesita que la fortaleza política este concentrada en gobernar. Se equivocan los que apresuran el lanzamiento de candidaturas antes de tiempo. El núcleo duro de votantes del kirchnerismo será el piso sobre el que se parará el candidato final, sólo tendra que ir en busca de otros 20 %.

1 comentario:

  1. muy buen articulo , acuerdo que la salida del subdesarrollo lo podremos lograr si logramos articular un nuevo orden mudial. el acercamiento con el brics , el fortalecimiento de la unasur , el celac, son las herramientas que posibilitaran todos los intentos de desarrollo independiente soberanos de los pueblos que buscan un bienestar para sus habitantes.

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